miércoles, 28 de febrero de 2007

CORTO DOCUMENTAL "SER MUJER"

“Cuidado, mujeres a la vista/ Vienen cargadas de sensibilidad./
Cuidado mujeres alteradas./ Vienen con cosas para no callar/ Cuidado mujeres con alas./ No sabés lo lejos que pueden volar”

Fragmento del tema “Mujeres con Ave María”, de la cantuotura sanducera Yisela Sosa

Todas sabemos que ser mujer no es sencillo, más si queremos dedicarnos a hacer algo diferente a lo que nos es asignado a nuestro sexo y mucho más complicado si estamos en el interior del país.

Dos mujeres jóvenes de Tala (Canelones), Flavia Correa y Rafaela García, pese a todos los vientos en contra supieron armar una propuesta de comunicación diferente donde se habló de Género y Diversidad.

Mucha valentía tuvieron para ir contra prejuicios y estereotipos instalados sobre el Ser Mujer, en especial en el interior del país, para comenzar con un programa radial y sostener sin apoyo alguno una propuesta televisiva que duró 2 años en el Canal 11, Tala Cable Color.

Por eso te invitamos a la proyección del cortometraje “SER MUJER” este domingo 10 de diciembre, que se va a realizar en Tala a partir de las 20 horas en Avda. José Artigas y José A. Trilles s/n (continuación de Ruta 7), al lado del hospital, Pub “Tío Roque”.

FICHA TÉCNICA
“SER MUJER”

Categoría: Documental
Cámara y Sonido: Rachel Lears
Música: Yisela Sosa
Temas: “Mujer en Luna” y “Mujeres con Ave María”
Edición: Ariadna Santini
Investigación: Lourdes Núñez y Tatiana Veljacic
Dirección: Lourdes Núñez

Realización: mayo de 2006, Tala, Departamento de Canelones-Uruguay

UN OTOÑO EN EL MINCHO BAR

Al cruzar el umbral de un pequeño bar céntrico, advierto un grupo de veteranos reunidos en varias mesas, conversando apasionadamente.
Me cautivan sus gestos y el ensimismamiento de la charla que los recorta del ambiente.
En la mesa: algunos libros y recortes de prensa, varios vasos de grapa miel y pocillos con café.
Me acerco y me siento en una de las sillas libres de este círculo.
La charla discurre naturalmente de política internacional a fútbol, teatro o literatura.
Su capacidad de hilar temas aparentemente inconexos, en principio, me inquieta. Esa primera tarde de abril, soy una simple observadora que progresivamente será aceptada en ese universo simbólico, más que generacional.

Todos los miércoles a las seis de la tarde –llueva o truene- este grupo de amigos cumple el ritual a pie juntillas. Más allá de su anonimato, este grupo parece continuar una tradición de este bar y algunos cafés de la ciudad. Pues, en estas mismas mesas del Mincho Bar, habitaron la poeta Marosa Di Giorgio (adoptándolo luego del cierre del Sorocabana) o Clara Silva en los setenta.

Ya a mitad de los noventa estos habitués de los miércoles persisten en este ritual de miércoles.
Esta tertulia tuvo uno de sus antecedentes en la denominada “peña del fondo”, donde escritores como Teresa Porzecanski, Ricardo Prieto (uno de sus impulsores) o el filósofo Julio Ricci –entre otros-, se empecinaran en rescatar un hábito traído desde mediados de los cincuenta en este mismo bar.
En este caso, reuniéndose todos los lunes y autodenominándose peña del fondo.

Según nos definió uno los integrantes de la tertulia de mediados de los noventa (que aún sobrevive), la primera vez que nos sentamos en la mesa de los miércoles: - “Nosotros somos homo sorocabanensis” .
Traduzco: hombres de café.


UN POCO DE HISTORIA
Lejos están las épocas en las que las mujeres eran juzgadas de libertinas por sentarse en la mesa de un café o bar.
Incluso esta tertulia cuenta con dos habitués mujeres: María (asistente social jubilada) e Isabel (docente de griego y astróloga).

Las paredes y habitués de este bar guardan sonidos de charlas entre lo intelectual y lo popular, la ironía-drama y comidad de los acontecimientos cotidianos, mezclados con reflexiones sobre los avatares de la humanidad.

A éste grupo los une la pasión por el oficio de escribir, recordar viejas épocas, pero también hablar del presente y del devenir de los hombres y mujeres.

UNO DE SUS PERSONAJES
ARIEL
Novelistas desconocidos como: Ariel Méndez, que en 1949 publica su primer libro; o el cuentista Aldo Cánepa o el poeta Aurelio Pastori, habitan este lugar.

Ariel conoce el Mincho a comienzos de los sesenta, cuando uno de sus singulares habitués, dueño de una librería céntrica y escribió bajo el nombre de L.Garini, lo llevó a este bar. Donde “los empleados del Automóvil Club tomaban grapa con limón a la vera del mostrador”.
En los sucesivos encuentros con la tertulia, Ariel, nos comentó -y se definió a través de sus palabras-:
- “Soy un hombre del llano y del Atlántico. Me gusta el mar.”
- Dentro de sus recuerdos de juventud nos comenta: “Salir sin gacho era imperdonable, salvo en verano por las altas temperaturas. Ya a los 15 años usaba gacho”.
- “El exilio de los uruguayos comenzó en los años ’50 y el destino era Venezuela”.
- “Todo esto lo he escuchado en los boliches, hablando y relacionándome con la gente”.
- “Fui testigo del hundimiento del Graff Spee, un suceso inesperado para la tranquilidad montevideana”.

TRADICIÓN QUE PERVIVE

Ricardo Prieto es poeta y dramaturgo, con su impulso se llevó adelante a principios de los noventa una tertulia a la que denominaron “Peña del Fondo” (pues se reunían en el fondo del bar), por la que recalaron escritoras y escritores reconocidos y anónimos, uruguayos y del exterior.

En 1993 llevó adelante un registro de los habitúes semanal, que quedaron registrados en una especie de Bitácora a la que pudimos acceder, donde nos encontramos con testimonios como éstos:

ESPACIO “CIRCULAR”
Prieto tenía 20 años cuando pisó por vez primera el Mincho. Transcurría el año 1962. Cuando se acomodó en una mesa de fondo del bar, contigua a esa mesa se reunían el (desconocido y misterioso) escritor L.S.Garini y la poeta Clara Silva.
En ese mismo espacio, años más tarde, Prieto iniciaría una peña que se transformaría en la continuación de una tradición nacida en los ’60.
- Nos comentó: “eran escritores consagrados (se refiere a Clara Silva y a Garini), y yo era un muchacho con poemas escritos en un cuaderno. Me aceptaron como uno más; ahí estaban Garini, Ariel Méndez, estaba Zum Felde ”

DE EXILIO Y OTRAS YERBAS
Rafael Ronamo dedicó su vida a la Antropología y vivió todo su exilio en México donde trabajó en el Museo Antropológico, Ciudad de México. Lo conocimos un miércoles de otoño y pudimos acceder a este testimonio de su llegada a Uruguay y al Mincho:

QUIEBRE DE LA DICTADURA
“El regreso a Montevideo, es como el regreso a los orígenes. Se llega con miles de visiones aún patentes, así como los rostros de los que fueron amigos en las circunstancias fortuitas y adversas: los sucesos vividos y aquellos perfiles de ciudades y pueblos recorridos. Con ese manojo del cual uno no puede desprenderse fácilmente. En ese trance por alcanzar un lugarcito, es que empiezo a desenvolver paquetes y tratar de acomodar libros, archivos, revistas, fotografías en aquellos espacios que fueron ocupados en el ayer por otros objetos”.
“En ese intento por acomodarme, aparezco en el Mincho para rescatar un lugar en el círculo de antaño. Entonces, se antoja que la vieja peña como un círculo, mantiene en el aire el recuerdo de los que no están en el presente”
8 de marzo de 1993
BITÁCORA PEÑA DEL FONDO

MAROSA Y EL MINCHO
Otras de las habitúes de la última época del Mincho fue la poeta Marosa Di Giorgio que definida por otro poeta (Elder Silva) “era un sistema solar, todos las rodeaban. Especialmente los más jóvenes”.

Marosa fue una férrea habitúe del Café Sorocabana de la Plaza Cagancha, donde Ricardo Prieto la conoció.